Unas navidades heladas

Unas navidades heladas

¡Comienza tu aventura para salvar las navidades heladas!

spromo_xmas19_genImponente, sobre una colina de un lugar remoto descansa el Palacio de Invierno. Cualquier viajero que se acerque por estas tierras podrá verlo a kilómetros de distancia. Siempre ha estado ahí, imperturbable, testigo mudo de todo lo acaecido con el paso del tiempo. Su interior guarda dos grandes secretos. Uno lo conocen bien los lugareños de la zona. El otro es solo privilegio de unos pocos, porque la custodia de ese gran secreto es lo que le ha mantenido a salvo todo este tiempo...

Hoy, sin embargo, la situación es bien distinta, y los acontecimientos que se han producido en los últimos años ha hecho necesario compartir con toda la comunidad de Habbo lo que realmente sucede tras sus muros. Quienes custodian su interior nos han pedido por favor que hagamos un llamamiento a todo el Hotel. Están en peligro ellos, el palacio en sí, y toda la magia de estas Navidades. Necesitan nuestra ayuda, y la necesitan ya.

Para empezar, esos muros que se levantan con autoridad y elegancia y cuyo brillo irradia cierta paz interior, son producto del material del que está hecho. Contrario a lo que puede parecer, no es el cristal lo que adorna las paredes, columnas y ventanas de este majestuoso palacio; sino un hielo cristalino, vibrante y puro, tan puro que se puede ver tras él. Enormes bloques de hielo que se reciclan cada año con las nevadas del invierno protegen los aposentos y a quienes habitan dentro de toda inclemencia externa. Este hielo tiene además una propiedad extra y quizá la más importante: confiere a todo el Palacio la energía suficiente para que todos los sueños de la Navidad se cumplan cada año. Esto lo saben muy bien quienes habitan en sus inmediaciones, y año tras años han colaborado para que las cosas sigan siendo como siempre.

En su interior, en una de sus salas se encuentra protegida la gran Fuente de Hielo Azul, un gran bloque de hielo de cientos de años de antigüedad encargado de hacer que toda la maquinaria navideña funcione año tras año. Proteger esta fuente no es baladí: de ella no solo provienen todos y cada uno de los copos de nieve que crean la estampa típica navideña, sino que solo ella es capaz de producir también toda la energía suficiente para poner en marcha el taller de Santa e impulsar su trineo la noche de Navidad; su capacidad reflectante ilumina la estrella fugaz que guía a los Reyes Magos la noche del 5 de enero; sus propiedades mágicas dan vuelo a la escoba de la bruja Befana para que entregue a tiempo todos los regalos a los niños y niñas de Italia; y todos los años un gran trozo helado emana de esta fuente para derretirlo y convertirlo en el vapor que propulsará el barco de Sinterklaas desde España hasta las costas neerlandesas. Este ha sido el gran secreto que ha permanecido custodiado tantos años dentro de palacio. Pero hoy la realidad ha cambiado. Y compartirla con toda la comunidad es una muestra de que preservar esta fuente, debe ser tarea de tod@s.

Como en todo palacio que se precie, en él habitan cientos de seres: personas de la realeza y aristocracia; lugareños que acuden a él en busca de consejo, espiritualidad y ayuda; y pequeños animales que pasean libremente por sus jardines. Y a la cabeza de todo, sobre su gran trono, la Reina de los Hielos les protege a todos.

Estas Navidades son muy importantes. La Reina de los Hielos no sabe si será la última a la que asista. Una gran amenaza se cierne sobre palacio y sobre ella misma, una fuerza hasta ahora desconocida, devastadora e inmensa: las altas temperaturas de fuera están provocando que los muros, las ventanas, los muebles y las estancias de palacio se estén derritiendo y con ellos la gran fuente. Sus poderes no son suficientes para parar esta gran amenaza, pues ella también ha visto como los suyos se han ido debilitando con el paso de los años. La conexión entre el palacio y la Reina es fruto de una simbiosis que como tal, solo puede existir gracias a los dos. Si ella desaparece, si el palacio se derrite, no podrá celebrarse la Navidad, y las ilusiones de miles de niñ@s de todo el mundo quedarán truncadas para siempre.

Habbo, comienza tu aventura por el Palacio de Hielo. Tendrás que visitar todas y cada una de las estancias de palacio, para ponerlas a salvo y llegar hasta aquella que custodia la Fuente de Hielo Azul. Solo así, el 25 de diciembre podrás disfrutar con tu familia y amig@s de unas Navidades felices, hermosas y blancas. Y lo que es más importante: garantizarás con ello que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de las mismas Navidades que has podido disfrutar tú.