Sopla el viento...

Sopla el viento...

¡Ufff! Has conseguido escapar del bosque...¡Eso no podría haber terminado bien! Tras salir apresuradamente del bosque has ido a parar en frente de unas grandes puertas de hierro y una verja tan alta que casi no ves el final de ésta. A lo lejos, tras las puertas, puedes ver el viejo castillo. "¡Aquí tiene que ser donde viva! Necesitamos entrar...", le dices a tus amigos. Pero te das cuenta que las puertas son demasiado altas como para escalar por ellas y el suelo demasiado duro para escavar en él...Coincidís que la única opción es atravesar las puertas.

¡1,2,3...Agggg!

Todos comenzáis a hacer fuerza para abrir las puertas. Lo intentáis varías veces, hasta que os dais cuenta que el esfuerzo es inútil. Las puertas están cerradas a cal y canto. En silencio, todos buscáis rutas alternativas por las que poder llegar al castillo. Entonces, de repente, oís un chasquido. Las puertas comienzan a abrirse lentamente no sin emitir un sonido chirriante ensordecedor. Sin dudarlo, cogéis vuestras cosas y os disponéis a comenzar el camino hacia el castillo.

Abre las Puertas