El viento y la lluvia han dado paso a una inquietante tormenta. El cielo se ha tornado casi negro y la luna parece resplandecer prisionera bajo un escalofriante hechizo de luz. Te sobresaltas cuando oyes los primeros truenos…
Has llegado hasta las puertas del Castillo, y estás muerto de miedo. Te corazón palpita tan fuerte que parece que se te va a salir de la boca... Te preguntas cuanto te llevará recorrer todo el camino andado de vuelta al hotel. Pero decides que has llegado muy lejos como para dar marcha atrás ahora. Todos tus amigos esperan en torno a ti, das un paso adelante y apoyas tu oreja sobre la enorme puerta de madera.