
De repente Benbi tropezó con algo que parecía estar vivo... ¿Se trataba de un pequeño cangrejo? ¿O tal vez solo fue su imaginación y torpeza?
El caso es que rápido se incorporó y continuó su camino hasta un pequeño espacio por el cual se colaban unos pequeños rayos de luz.
Benbi se asomó y no podía creer lo que estaba viendo... Era un mundo espectacular, lleno de pequeñas cascadas y vegetación que nunca antes había visto. En ese misterioso lugar observó unas construcciones que parecían ser pequeños templos antiguos.
Fascinado, decidió seguir su camino y explorar las grandes grutas hiperbóreas.
En una pequeña llanura encontró una roca con unas inscripciones que lo invitaban a cruzar un campo de rocas muy inestables.
Con dificultad pasó al otro lado y se vio en las puertas de una pequeña construcción, donde interpretando las escrituras esculpidas en sus blancos muros se encontró con otra pequeña sorpresa. Todo parecía ser un camino repleto de pequeñas trampas que hacían sospechar que algo grande se escondía entre esas ruinas.
Caminando entre las ruinas, Benbi escuchó un cascabeleo de fondo, y por el entorno en el que se encontraba rápidamente recordó la leyenda de Medusa.
Pocos metros bastaron para que viera con sus ojos como un pequeño cangrejo quedó petrificado tras ser iluminado por la mirada de un ser de un color verdoso sin extremidades, donde en su lugar tenía una gran cola como si de una serpiente se tratase. Rápidamente Benbi identificó ese ser como Medusa, y conociendo la leyenda de ese ser rápidamente se escondió para evitar quedar como aquel pobre cangrejo.
Asustado esta vez y sabiendo que Medusa acechaba, Benbi se encontró en un callejón sin salida en el cual tan solo había una entrada sumergida bajo el agua y no tuvo más remedio que contener su respiración y bucear [...]
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Espacio Mito!